Luis D’Elía: Si, Milei, está financiado por el Grupo buitre BlackRock, asistido por la Fundación Network, la Fundación Libertad con ingentes recursos que tienen por objetivo, en la Argentina, traer la Restauración neoliberal conservadora de la peor calaña. Y con su prédica, denostando al Estado y a la política, oculta los verdaderos problemas de este país que son las mafias concentradas de algunos sectores que nos han esquilmado desde hace 40 años.
Pablo Duggan: ¿Qué opina Maslatón de esto?
Carlos Maslatón: D’Elía es una chicana lo que dijiste. No estamos con todo eso que vos decís. La Fundación Libertad es de Macri.
Luis D’Elía: No, no, la dueña de la Fundación Libertad es el Grupo buitre BlackRock. Que es el que banca a Milei. El Pueblo argentino sabe que Milei está bancado por los buitres.
Pablo Duggan: ¿No recibe un mango de Fundaciones de afuera?
Carlos Maslatón: Que yo sepa no, pero yo no estoy a cargo de la campaña. Duggan ¿vos crees que yo sé de dónde saca la plata Milei para la campaña? No tengo la menor idea. Vos me estás haciendo una pregunta a mí que desconozco.
Pablo Duggan: Luis ¿qué opinás de la renuncia de Kulfas?
Luis D’Elía: Creo que el presidente estuvo excelente a la hora de desplazar a Kulfas cuando detectó la puesta en práctica de la cultura del “off” o del “on”, hizo lo que correspondía. Fue a fondo y es una conducta ejemplar en función de la unidad. Está perfecto lo que hizo Alberto, un extremado gesto de humildad en función de la unidad. Ahora, tenemos que bancarnos que un ministro de la Provincia le diga “borracho”.
Pablo Duggan: No, no le dijo borracho.
Luis D’Elía: Si, dijo “el que trajo al borracho que se lo lleve”. Es una falta de respeto. Se tuvo que bancar que ministros de la provincia pidieran renuncias a miembros del gabinete nacional, como el ministro Larroque. Se tuvo que bancar que la interventora del PAMI se fuera en medio de la pandemia de veraneo al Caribe, y esos no se va ninguno.
Cynthia García: ¿Quién echó a Kulfas?
Néstor Dib: Todo el mundo lo sabe quién echó a Kulfas. El presidente lo echó, el que tiene que echarlo. Pero no es así.
Cynthia García: ¿Cómo es Néstor?
Pablo Duggan: Respondele a Luis.
Luis D’Elía: Cristina podría haber echado a Larroque; Cristina podría haber echado a la compañera del PAMI. Son conductas repudiables. ¿Por qué no lo hizo?
Cynthia García: No voy a contestar porque yo tampoco sé y no puedo meterme en el camino. A mí lo que me parece es que no podemos seguir el juego de la tapa de Clarín de hoy que es un canalla. Dice que Cristina lo echó a Kulfas. Y lo trata de títere a Alberto Fernández. La tapa de Clarín del fin de semana y la tapa de la Nación, lo tratan de títere a Alberto Fernández.
Luis D’Elía: Eso que corra por cuenta de Clarín. Para mí lo que hizo Alberto fue extraordinario; un ejemplo de trabajar para la unidad.
Cynthia García: Para mí también estuvo muy bien. Además, es una decisión después de un gesto de unidad. Entonces, revolver después de eso. Digo sino después no valen los acuerdos.
Luis D’Elía: La imagen que se da para afuera es muy fea. ¿Qué hubiese pasado si un ministro le decía “borracha” a Cristina? Lo hubiesen echado a patadas.
Pablo Duggan: No, no le dijo borracho.
Luis D’Elía: Si, dijo: “el que trajo al borracho que se lo lleve”. Y el “borracho” era Alberto. Creo que el gesto de Alberto fue excelente, actuó rápido en función de la unidad y en función de preservar la decencia del gobierno. Este es un gobierno que no tiene una sola denuncia de corrupción, no hay corruptos, no hay ladrones. Ahora, en este gobierno se van solamente los amigos del presidente, y no estoy defendiendo a Kulfas, está perfecto que le hayan pedido la renuncia. Ahora, del otro lado, no hay críticas al presidente. Decirle “borracho” está mal, irse al Caribe está mal, pedir renuncias de ministros está mal.
Mariano Martin: Se fue Feletti.
Pablo Duggan: Claro, se fue Feletti.
Mariano Martin: ¿O no se fue Feletti?
Luis D’Elía: Uno.
Mariano Martin: ¡Se fue el secretario de Comercio Interior!
Luis D’Elía: Uno sólo y no por decisión de Alberto. Decidió Cristina que se vaya. Nadie le pidió la renuncia.
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