Pero ¿por qué digo esto? Porque están en el golpe, son tan despreciables, tan miserables, tan mierda que juegan a la política aún con la pandemia. "Siempre faltan vacunas", la verdad, la verdad, muchas vacunas no faltan. Argentina está consiguiendo, lo que han conseguido pocos países del mundo, que es vivir casi al día. Ya hay alrededor de 10 millones de vacunados, no es broma. El país más vacunado de la región, que está 16 en la tabla de posiciones mundial, donde compiten 200 países. Entre 200 países estar 16, no es estar tan mal. "Las restricciones están mal"; "la provisión de vacunas está mal"; "la organización de la vacunación está mal"; "todas las decisiones que toma el Presidente de la República están mal".
Ellos creen que pueden hacer política electoral y política institucional destituyente de esta manera. Siempre pactando con la muerte, porque pactar con el virus es como pactar con los milicos, es pactar con la muerte. A ver si 100 mil muertos pueden hacer que Alberto Fernández se "delarruise" y la gente lo eche del poder. La verdad, lo salvamos. Miren, yo con Alberto tengo un montón de diferencias: económicas, políticas, estratégicas, de política internacional, una pila de diferencias. Siempre estuvimos en veredas distintas aún dentro del Kirchnerismo, pero saben qué, me da un profundo asco que todos los días estos tipos operen la muerte.
Es natural que las organizaciones sociales pidan que todos aquellos que cocinan en un comedor, que todos aquellos que están repartiendo alimentos, apoyando tareas de vacunación, se vacunen. Inmediatamente que se pidió esto, empezó la demonización, el discurso antojadizo, el privilegio. Y ¿saben qué? Estos tipos subestiman a la gente -y a mí me revienta usar el término gente- subestiman al Pueblo. Creen que hay en la Argentina 45 millones de pelotudos, pelotudas, pelotudes. Subestiman la inteligencia de nuestro Pueblo. Deberían tomar nota estos tipos que esta sociedad no es la sociedad de los ‘90, esta es una sociedad muy distinta a la sociedad de los ‘90, ¿Por qué Luis? Porque en los ‘90, habían logrado el total vaciamiento cultural, la gente no tenía nada en la cabeza, lo único que tenía era miedo. Miedo a perder el laburo, miedo a perder la vida, miedo al futuro. Miedo y había cero conciencia política.
La sociedad con Néstor y Cristina es una sociedad mucho mejor, una sociedad donde la gente adquirió un 35%, mayor identidad política, mayor conciencia social, mayor identidad de clase. Entonces, el problema que tienen los comunicadores del poder es que hay un 35% de la sociedad argentina que no le entran las balas, que no sólo no los escuchan, los repudian y algo mucho peor para ellos, es una sociedad que avanza sobre el otro 65% restante, que produce opinión.
Hace un año y medio, ellos tenían todo, tenían todos los canales, todos los comunicadores, todas las radios, todos los diarios, todos los call center, todos los trolls, todas las fake news, las consultoras, todas las encuestadoras, tenían todo. Toda la plata, toda la plata del mundo. Y ¿saben qué? perdieron la elección por 17 puntos. Deberían tomar nota de que el Pueblo argentino no es boludo y que a toda esta caterva derechoza, oligárquica, pro-imperial le tienen re contra picado el boleto. Y de paso cañazo, les paso un aviso para adentro. Aquellos que creen, como Sergio Massa, que pueden deskirchnerizar el peronismo, se equivocan. Porque ese es el compromiso que asumió Sergio Massa ante el General Jefe del Comando Sur de los Estados Unidos en su casa. Que él se comprometía a ayornar, a deskirchnerizar el peronismo. Diría el Negro Olmedo, "de acá"Massa, "de acá".
No son cuestiones personales, son cuestiones políticas centrales. Han regresado, de la mano de Néstor y Cristina en la Argentina, la política que ellos se encargaron de desterrar en la cabeza y el corazón de las grandes mayorías nacionales. ¿Y saben cómo las desterraron? Por la vía del genocidio, mataron a 30 mil compañeros/as para vaciarnos culturalmente, para vaciarnos económicamente, para vaciarnos políticamente, para destrozar el mayor movimiento de clase de toda Latinoamérica en 8 años de terror. Eso duró 40 años hasta Néstor y Cristina.
Ese Néstor que el primer día de gobierno, alejado de cualquier moderación, alejado de cualquier tibieza, pasó a retiro a 54 oficiales superiores de las Fuerzas Armadas que comulgaban con el Consenso de Washington. Ese día empezó la repolitización de la sociedad argentina y ese proceso no va a parar más, no lo va a parar la plata de Macri, ni la plata de Estados Unidos, ni la plata de Magnetto, no lo va a parar el partido oligárquico de Cambiemos, que ahora nos venimos a enterar que quiere regalar las Malvinas. No lo va a parar nadie, el proceso de clase se ha desatado nuevamente en la Argentina y es inexorable.
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