jueves, junio 24, 2021

EDITORIAL DE LUIS D’ELÍA: “¿QUE HACEMOS PAGANDO 430 MILLONES DE DÓLARES AL CLUB DE PARÍS?”

Ayer fue un día tremendo, un día conmovedor, volvimos a estar por arriba de las 700 muertes. Quizás los números más potentes fueron los de martes y los de ayer, respecto de esta cantidad de muertos desde que empezó la pandemia: 792 el martes, 706 ayer. Entramos en un escenario dramático donde el bien máximo a defender es la vida. 

Por un lado, están ellos, los traficantes de la muerte, los que boicotearon la cuarentena, los que boicotearon la Sputnik V, los que convocaron a no vacunarse, los que combatieron todas y cada una de las restricciones, los que denunciaron como veneno la vacuna Sputnik V y ahora piden, como dijo Alberto ayer, que nos traigan más veneno. Ahí están ellos esperando que la aguja alcance el muerto número 100.000 para que Alberto pueda ser formalmente acusado de genocidio y que esto produzca un fuerte impacto electoral de cara a los tiempos que vienen. En 30 días hay que distribuir candidatos para las PASO y la muerte va a estar ahí en el medio. 

Ahí van a estar ellos los que cuando gobernaron hace muy poquito hicieron desaparecer el Ministerio de Salud, lo desfinanciaron, lo transformaron en Secretaría, lo achicaron, lo ajustaron. Los mismos que hicieron que tirar millones de vacunas a la basura por falta de uso. Los mismos que generaron, por su enorme irresponsabilidad, un brote de Sarampión. Entonces, ahí están ellos, los traficantes de la muerte que tienen nombre y apellido: Macri y Magnetto, Magnetto y Macri que juegan juntos con un fuertísimo apoyo de la Embajada de los Estados Unidos. Esto es lo que tenemos por delante, los lobistas de Pfizer, los que siempre te van a ocultar que Pfizer hizo lo que hizo, pedir condiciones leoninas incumplibles a la hora de firmar contratos por eso la Argentina y sus gobernantes responsablemente resolvieron sacarles el cuerpo a estos tipos. 

Lo que viene es tremendo, ahora muchachos/as, es necesario tomar la convocatoria que hizo Alicia Castro ayer, hay que entrar en pánico. Está claro que la vacuna no resuelve el problema, en todo caso, lo difiere en el tiempo. Hay que impedir la tercera ola y que la tercera ola no sea sobre la base de la variante Delta del virus, esta variante absolutamente dañina, que es velocísima para contagiar y velocísima de eficacia a la hora de matar. Nosotros no tenemos que tener una estrategia de atenuación de la pandemia, nuestra estrategia debe ser de eliminación del virus. ¿Qué es esto, que tenemos 2.000 personas que entran todos los días por Ezeiza de todas partes del mundo? Tenemos funcionarios de primer nivel, como Massa, que vuelve de Estados Unidos y no hace la cuarentena, no hace los 14 días obligatorios de resguardo. Así vamos al muere muchachos. La estrategia no debe ser más de atenuación, debe ser una estrategia de eliminación del virus. Hay que bloquear fronteras, hay que impedir que venga gente en aviones, hay que parar esta locura, que nos conduce a la muerte. 

Ahí están ellos, con cuchillo y tenedor, esperando a ver de qué manera usan la estrategia de la muerte para ganar las PASO. Realmente es una cosa terrible. Mientras tanto, intentan cambiarnos el eje del debate y hacer cosas que son de dudosa legitimidad. Vamos a hacer un pago al Club de París. En Estados Unidos consideraron positivo el pago que anunció Guzmán, un pago de 430 millones de dólares al Club de París en medio de esta tragedia, en medio de esta locura. Miren muchachos, ¿qué es entrar en default? ¿Que no nos presten más dinero? Que no nos presten más por favor y menos en estas condiciones leoninas. Pagarle al Club de París ¿para qué? 

En los comedores de los barrios faltan alimentos, no hay planes de contención para 5 millones de hambrientos que pululan en las calles y que están de la peor manera. El otro día, un intendente, al que no voy a botonear, me decía: mi ciudad es industrial, yo recaudaba 60 millones de ABL por mes y hoy recaudo sólo 4 millones, ya no puedo pagarle ni siquiera los sueldos a los municipales. La actividad económica está planchada, la desocupación en esa ciudad, en la periferia de Buenos Aires, es del 17%. Entonces, con ese nivel de actividad económica, con ese nivel de pauperización de la sociedad, con ese nivel de simil abandono, con la enorme desprotección que hay, díganme muchachos ¿Qué carajo vamos a hacer? ¿Qué hacemos pagándole al Club de París 430 millones de dólares? Que se lo vayan a cobrar a los que generaron deuda, que se lo vayan a cobrar a esos tipos que hoy nos miran cagándose de la risa desde los Paraísos Fiscales o de los Paraísos Turísticos, lo que es absolutamente peor.    

Ojalá que no seamos una voz que grite en el desierto, que no seamos campana de palo, ojalá que nos escuchen, hay que entrar en pánico. Hay que cerrar los aeropuertos, cerrar las fronteras, impedir que la variante Delta se haga carne en la Argentina y nos mate a todos, que mate a nuestros afectos, que mate todo aquello que nosotros queremos. Ojalá nos escuchen. Y no lo dice un enemigo, un frustrado, un fracasado. No, no, lo dice alguien que quiere que a este gobierno le vaya bien, que quiere que salgamos adelante, que ganemos las próximas elecciones. No lo digo desde el derrotismo, al contrario, lo digo desde la responsabilidad ciudadana, desde esos lugares intachables.

Ayer, le dieron la domiciliaria a Juan Pablo Schiavi, quien fue mi compañero en un Pabellón en Ezeiza, en la Unidad 31. Hablábamos mucho. Un tipo que está injustamente preso. Ustedes coinciden conmigo que uno de los capítulos más duros del Lawfare fue el accidente de Once. Finalmente, quedó probado que el accidente fue intencional, el motorman chocó de manera intencional el tren para provocar la catástrofe que provocó, vaya a saber al servicio de qué intereses. Al motorman original lo bajaron en la Estación de Castelar y le pegaron cuatro tiros por la espalda. La persona que incrustó el tren contra la terminal, deliberadamente, no usó los frenos que funcionaban y chocó el tren pensando en un choque liviano. Un tipo que 150 metros antes abandonó la cabina y corrió para el fondo a los efectos de evitar ser víctima de la tragedia. Que parezca un accidente, ¿no? 

Siempre la mano mafiosa del macrismo, atrás del Boliche Cromañón están los Macri como Jefe de Gabinete de la Ciudad; atrás del accidente de Once ganaron una elección y atrás del “asesinato” de Nisman largaron la campaña presidencial. La Mafia siempre la Mafia, siempre la muerte presidiendo sus acciones políticas. ¿No serán hoy los 100 mil muertos por COVID-19 quienes anticipan un nuevo triunfo electoral de Cambiemos? Cuidado porque estos son esto, son lo que son. Son los promotores de la muerte, testaferros de la muerte, de la mafia. Nos vamos escuchando al “Mudo” que siempre vivirá en el corazón del pueblo argentino.          


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