miércoles, junio 09, 2021

Luis D´Elía: “Aquellos que creen que es una vacuna un voto, se equivocan”

Quiero recordar esta mañana de 9 de junio a los compañeros que en 1956 caían fusilados en los baldíos de José León Suárez, a manos de la autoproclamada Revolución Libertadora. Un abrazo fraterno a todas sus familias. El recuerdo de los Generales Valle y Cogorno, cobardemente fusilados por los dictadores de turno que no trepidaron en arrebatarles las vidas en nombre de vaya saber uno de qué banderas. Mi emocionado recuerdo para ellos. Para algunos fue el exilio, para otros la cárcel y para otros el fusilamiento como a estos compañeros. Por eso, queremos decirles que están vivos en la memoria colectiva del pueblo argentino. En las radios en general, aún las nuestras, flojitos de memoria, a la hora de promocionar identidad, seguramente no lo escucharán. Acá si, en esta radio que no tiene pautas, en esta radio clandestina y menesterosa hoy quiere recordar a los fusilados de José León Suarez.

Trayéndonos un poco a la realidad cotidiana, el otro día, me escribió una oyente, una señora, Adriana de nombre, preocupada por lo que es nuestro proceso interno en el kirchnerismo. Es muy difícil, por estas horas, compatibilizar la tragedia de la pandemia con la preocupación por las internas o con la preocupación por la economía. Contaba alguien los otros días, que Winston Churchill, aquel que prometía al pueblo inglés “sangre, sudor y lágrima” y que con esa promesa formaba parte del pelotón de los que ganó la Segunda Guerra Mundial, terminara perdiendo las elecciones siguientes Gran Bretaña. Da la impresión de que nadie, de alguna manera, gana siendo el líder de tremendas tragedias para un Pueblo, en este caso la Segunda Guerra Mundial. Y ahí va mi pregunta: A Alberto Fernández le toca liderar esta tremenda desgracia que hoy viven las y los argentinos en esta parte del mundo. ¿Qué le depara de cara al futuro? ¿Vacunar a todos/as y perder las elecciones como le pasó a Churchill? No lo sabemos. 

Ahora yo les digo, a unos y a otros, que realmente conducir desgracias no trae beneficios políticos. Porque aquellos que creen que es una vacuna un voto, se equivocan. La gente aspira a condiciones económicas trascendentes, que confronten con la acumulación oligárquica, siempre perversa, y con las apetencias imperiales del sector financiero. No es sencillo encarar por estas horas semejantes desafíos. Parece hasta casi impúdico que tengamos que discutir estas cuestiones en medio de la pandemia. Pero es menester discutir el rumbo económico, es menester, de alguna manera, discutir el rumbo electoral. ¿Todo esto va a terminar en neoliberalismo conservador o queremos seguir siendo nacionalistas populares revolucionarios? Con mis compañeros/as tenemos absoluta libertad para decir lo que pensamos. Por eso, no nos molesta encarar estos debates, debates molestos, debates complicados, debates casi temporarios pero absolutamente necesarios porque detrás de la pandemia sigue viviendo un Pueblo que sufre y espera.  

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