jueves, junio 10, 2021

Luis D'Elía: "La Maldición Malinche".

"Aunque no me lo quieran creer tengo sentimientos encontrados, respecto de la frase que dijo ayer Alberto Fernández. Alguna vez cuando llegué por primera vez a Europa en 1990 en el Aeropuerto de Barajas, España, ante un servidor de aduanas que me daba vueltas si me sellaba o no me sellaba el pasaporte y me daba ingreso, lo miré a los ojos y le dije: ¿Sabés quién soy yo? "El bisnieto de un gallego muerto de hambre que llegó a la Argentina hace 100 años, huyendo de España y que mi país le abrió las puertas y el corazón, lo recibió y pudo construir su historia. Por eso, me da mucho asco lo que me estás haciendo vos en este momento". El tipo me miró con cara de culo, me selló el pasaporte y me lo dió.

Esta historia que viene desde hace 500 años es una verdadera "Maldición Malinche'". Esta pelea entre los que bajaron de los barcos y los que estaban acá, es vieja. Y hoy no es tan lineal. En la Argentina esta pelea tiene 200 años, algunos que bajaron de los barcos construyeron la Argentina blanca, la cultura blanca, la cultura hegemónica, predominante asociada a las oligarquías locales, normalmente todas pro-imperiales. Esos códigos superiores que construyen esa Argentina blanca, se mezclaron con los otros, los otros que construyeron el mestizaje. Un mestizaje que también bajó de los barcos y se asoció a nuestras más genuinas tradiciones originarias. A fines del siglo XIX, los anarquistas, las izquierdas, todo ese pensamiento se mezclaba en los suburbios de Buenos Aires.

Por eso, esa mezcla de cosas, que no quiero poner arriba de la mesa, Alberto que se proclama proeuropeo en una fuerza política que reivindica para sí con sus más profundas tradiciones nacionales y populares que anidan en el peronismo, por ende, anidan en el mestizaje y expresan mayoritariamente corrientes no sólo opuestas, antagónicas a ese pensamiento. Yo creo que lo que Alberto quiso decirles, y no le salió del todo bien, es miren españoles acá vinieron millones de ustedes cuando España estaba con una mano atrás y otra adelante a hacer la América y contribuyeron en cualquiera de las dos trincheras a ser lo que son.

Cuando miro mi propia historia, allá en 1865, llegaba de Italia, desde un lugar del sur, mi bisabuelo Giovanni Batista D'Elía. Mis hermanos y algunos de mis hijos fueron al pueblo de Giovanni Batista. Por el lado de mi vieja, mi abuelo llegaba allá por 1910 a la Argentina, y era un español de izquierda que acá fue constructor de la FORA, en el anarquismo. Por eso, todo está mezclado, hay una cultura predominantemente blanca y hay una cultura del mestizaje que supo mezclarse y que termina siendo negra. Yo soy culturalmente negro, si hubiese sido blanco, me hubiese ido muchísimo mejor en la vida, aún en nuestra fuerza política. En nuestra fuerza política es mucho mejor ser blanco que negro. Los negros nunca vamos en las listas, los negros siempre miramos con la ñata contra el vidrio los momentos decisivos de la historia, aunque hayamos sido protagonistas.        

Este tema nos conmueve, nos moviliza, nos agita, nos llena de contradicciones. Tampoco comparto que haya que descuartizar a Alberto en la plaza pública pero no es menos cierto que queda de manera palmaria puesta arriba de la mesa las diferencias que tenemos cuando miramos para atrás, que también traza de incoherencias cuando miramos hacia adelante, cuando salimos para adelante.

Por eso, que bueno evocar aquel tema que, en algún momento, nos regalaron Amparo Ochoa y Gabino Palomar en la "Maldición de Malinche'". Quiero decirles a los despreciadores del mestizaje que en 500 años murieron 80 millones de aborígenes en 4 años producto de diversas matanzas. Solamente, la matanza de un año y medio en la generación del ‘80 en la Campaña del Desierto generó 1.600.000 muertos. Hubo etnias de nuestro país, como los Onas, que los mataron absolutamente a todos. Por eso, este tema nos cruza, nos divide, y si hay una grieta en la Argentina es la grieta cultural. La grieta que excluye, la grieta que confronta, la grieta que nos divide. El Pro de Cambiemos son todos blancos, son ellos, el garquerío blanco que nos mira con profundo desprecio a todos los demás. ¿Y quien vota a Cambiemos? El que no es blanco pero quiere ser blanco. Y por otro lado, ¿que expresa el Frente de Todxs? Al peronismo, al mestizaje, al negro leal de clase y leal de origen que no quiere ser otra cosa que lo que es."


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