Ayer tuvimos el Censo, aquel que para los kirchneristas para todos los tiempos tendrá el vivo recuerdo de Néstor Kirchner. El censo que remite a aquel 27 de octubre del 2010 donde a todos se nos helaba el corazón, recibiendo la infausta nueva de que Néstor Kirchner partía a la tierra sin mal. Más allá de esto sepamos que este Censo es fundamental para algunas discusiones centrales que tiene la Argentina como, por ejemplo: cómo se distribuye el presupuesto; cómo se distribuye la renta nacional, la coparticipación federal. Por eso, vimos a muchos intendentes muy abocados a atender, de manera puntillosa, el éxito de esta actividad que tenía una suspensión de 2 años por los consabidos efectos de la pandemia de COVID-19 en nuestra Patria.
Ayer hubo algunos temas también tangenciales que hoy aparecen en la tapa de algunos diarios. Algunos títulos son tramposos, Clarín titula: “La inflación en alimentos ya crece en mayo a un ritmo por encima del 5%”. Bueno si es por encima del 5% es porque va a bajar nuevamente. Ustedes saben cuál es mi teoría: si por cuatro meses bajamos 0,7 en cuatro meses vamos a estar en una inflación mensual del 3,2. O sea, habremos tenido una baja sustantiva que después se va a traducir en la interanual con salarios que están promediando el 60% en paritarias su aumento. Si es cierto lo que publica la tapa de Clarín, va a haber una fuerte recuperación salarial después de la segunda mitad del año.
Es llamativo lo que pasa en las redes sociales, por ejemplo, en la red Twitter hay un clima que generan los trolls, los ñoquis, conformados por todos los colores políticos, organizados en call center que intervienen y generan un clima social que después no es el clima social de la calle. Es llamativo esto, en la calle uno empieza a registrar serenidad y esperanza. Ayer hablaba con un importantísimo empresario del barrio del Once que tiene quizá dos de los restaurantes más grandes de Once y me decía: “es notable la recuperación en los últimos dos meses. Recién ahora empezamos a sentir que nos recuperamos”. Para mí no fue un dato menor, es un dato muy importante.
Hay algunas cuestiones tangenciales que también las quiero tocar porque no las entiendo. ¿Cómo es que el ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires Sergio Berni -que ya se fue del kirchnerismo- acusa a Alberto Fernández de que defraudó al Pueblo y que ha generado un daño irreversible? Se lo pregunto a Axel Kicillof: ¿Cómo es que este tipo sigue en funciones, donde uno no observa en la policía la provincia grandes cambios? ¿Cómo es que puede decir estas cosas sin que haya ninguna dificultad y que nadie salga interpelarlo, a cruzarlo? Con Sergio Berni, hay que decirlo, Cristina alguna vez creyó que podía construir la propia derecha para robarle votos a la derecha construyendo un candidato de derecha. Hoy habría que empezar a admitir que este experimento se escapó de las manos y que es un verdadero fracaso. Porque, además, no es ni siquiera es miembro de la derecha liberal conservadora, es miembro de la derecha fascista que es la peor derecha, de la peor calaña.
Ayer tuve que bancarme a Aníbal Rucci -el hijo de José Ignacio Rucci- haya salido a hacerme críticas descalificadoras porque yo dije que: sabotear a Alberto Fernández era como volver a matar a Rucci. Y lo vuelvo a decir sin ningún tipo de problemas me parece que lo que uno intenta decir es que pasan los años, las décadas y cometemos los mismos errores, las mismas torpezas políticas. Por un lado, me parece muy bien que Larroque lo haya designado a Aníbal Rucci asesor. Me parece muy bien, como creo que también designó asesor al hijo de Firmenich, no son malos gestos. Lo que está mal es que estos pibes hagan este tipo declaraciones absolutamente incongruentes que no tienen ni pie de cabeza. Evidentemente, lo dije y lo sostengo: “hoy sabotear a Alberto Fernández es volver a matar a Rucci” Donde uno de alguna manera lo que señala son viejos errores políticos que se pagan caro, carísimo en política. Por eso, este tipo de trapisonda, agachada no resuelve absolutamente nada.
No son menores los problemas que pasa el Juntos por el Cambio, que también va a terminar roto. La disputa de Juntos por el Cambio, Milei y los radicales parece no tener fin y no me extrañaría que terminen partidos en tres que es lo que allí se avizora. Y no veo un crecimiento inconmensurable en la base de nuestro pueblo de figuras como estas, sinceramente lo no lo veo. Lo veo entre 16 y 22 años porque no tienen registro, ni memoria histórica de quien fue Cavallo, en definitiva, quiénes son estos tipos cuando alzan las banderas. El resto de la sociedad argentina a Milei y personajes por el estilo le tiene recontra picado el boleto.
Que tengan un bello día, una buena jornada y nos vemos mañana. Abrazo grande.
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