Muy buen día a todos, a todas y a todes. Por estas horas vivimos situaciones complejas, llenas de incertidumbre que sería bueno, entre todos, intentar escudriñarlas e ir a fondo. Ayer tuve la posibilidad de asistir a la Casa Rosada, concretamente, detrás de la misma en el Museo. Y estuve allí en la jura de Sergio Massa. Al llegar al lugar, todos los que participamos y fuimos invitados a la jura, tuvimos que soportar una situación increíble que yo, sinceramente, nunca vi en los actos protocolares en la Argentina. Se produjo un agolpamiento de gente que con tanta fuerza rompió la puerta de vidrios de ingreso al Museo. Repito, una cosa que nunca viví. Y todos los que allí llegábamos fuimos atacados por una banda de no más de ocho personas. Fundamentalmente fuimos muy atacados Pablo Moyano, el novel ministro Sergio Massa y quién les habla. Se nos acercaron a los gritos, a mí en lo particular me gritaron: “¡Chorro, andate Cuba! ¡chorro andate a Cuba! y finalmente quedó ¡Andate a Cuba! ¡Andate a Cuba!” A Pablo Moyano le pasó algo parecido. Y el que peor la pasó fue Sergio Massa, que agarraron a patadas la camioneta donde estaba y le gritaron cosas similares. Fue una cosa horrible. Ojalá que en futuros actos estas cosas se modifiquen porque fue un momento muy feo. Son las mismas seis o siete personas que escracharon a Grabois. Pero ayer nos escracharon a nosotros y evidentemente están alimentadas por algunos dinerillos del macrismo. Las malas lenguas dicen que fueron armadas después de que, genuinamente, Macri fue escrachado por un grupo de vecinos en Ituzaingó, en el conurbano. El mismo día que se devaluaba la moneda y el mismo día que nos amenazaban con el estallido social.
Ayer, Massa pacíficamente, prometió cuatro cosas, que un poco las reiteró. La primera, es la unidad del Frente de Todos, de todos los sectores para intentar enderezar el barco y, de cara al próximo año, enfrentar la contienda electoral con medianas posibilidades de éxito. Segundo, dijo que el barco de la economía hay que enderezarlo sin costos sociales. Y es difícil esto. Por eso, unidad del Frente de Todos y paz social son dos desafíos que ponen la pelota muy pero muy arriba. El tercer desafío, es capturar la mayor cantidad de reservas en dólares que se pueda. Objetivo que compartimos porque esto nos da respaldo, nos equilibrio, nos da fortaleza política. Y el cuarto objetivo fue, de alguna manera, tratar de crear más trabajo. Y trabajo de calidad utilizando esta magnífica situación que tiene la Argentina para con el mundo en estas horas. Ayer me di cuenta que hubo un quinto objetivo, que es muy potente, si es posible construir en la diversidad un proyecto común para todos los argentinos. Un proyecto donde estén los sectores de mayor poder económico y donde estén los olvidados de la tierra. Creo que estos cinco objetivos, de alguna manera, le ponen valor al intento y ayudan a que todos aceptemos el reto, aceptemos el desafío.
Estaban desde los empresarios más conspicuos hasta los sindicalistas de todos los sectores; los movimientos sociales; las asociaciones de la sociedad civil y de la cultura. Estaban absolutamente todos. Creo que es una decisión inteligente de Alberto Fernández, Cristina Fernández y Sergio Massa. Quiero creer que les habrá costado mucho. Pero bueno, creemos que vale la pena el esfuerzo. Del otro lado, la oligarquía, sus factores de poder, sus medios masivos de comunicación transmitiendo en cadena el odio, el desánimo, el desaliento. Del otro lado, los operadores del poder real. Del otro lado el macrismo. Del otro lado, el oligopolio Clarín. Y del otro lado, los intereses permanentes de la Embajada de Estados Unidos que ayer y anteayer puso en vilo al mundo con esta visita increíble de Nancy Pelosi a Taiwán que nos puso a miles de millones de seres humanos al borde de la Tercera Guerra Mundial. Gringos de mierda, siempre cagándose en la tapa del piano de la historia y de la paz.
Les dejo a todos la convocatoria a discernir el tiempo que viene con muchísima responsabilidad. Para esto que viene no sirven alcahuetes, obsecuentes, autoritarios. Para el tiempo que viene nos sirven aquellos que solo usan cliché y consignas. Para el tiempo que viene no sirven aquellos dogmáticos y doctrinarios de no sé qué libro. Necesitamos argentinos que apuesten a la unidad del pueblo. Yo quiero jugar una ficha grande ante esta posibilidad. Un abrazo grande a todos que tengan muy buen día.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario