Ernesto Tenembaum: En línea nos está escuchando Luis D’Elía, a quien saludamos cordialmente. Luis, buen día, Ernesto Tenembaum, te saluda. ¿Cómo andas?
Luis D’Elía: ¿Cómo estás Ernesto? ¡Buen día!
Ernesto Tenembaum: Vos estuviste ayer el acto de asunción de Sergio Massa y quería preguntarte, ¿qué crees que pasó en el día de ayer?
Luis D’Elía: Mira, puede ser un día más o un día fundacional en la política argentina. Porque estábamos en ese lugar gente muy distinta, con miradas casi antagónicas, por lo menos si uno toma de historia en los últimos 40 años. Y todos muy ávidos y muy conscientes de que Argentina está ante una oportunidad histórica que nos han puesto las circunstancias internacionales y que tenemos un desafío delante de la nariz que es intentar construir un proyecto común de progreso, de desarrollo industrial, comercial que nos permita construir un país para todos. Y la verdad que muchos somos muy conscientes de que nos tendríamos que dar una oportunidad. Hay una costumbre en el Pueblo judío que cada 40 años se hacía un jubileo. El jubileo es: arrancamos de cero; nos perdonamos todos con todos. Hay una especie de Amnistía general. Enterramos rencores, desencuentros, peleas, enfrentamientos. Y a partir de ahora, vamos para adelante. Es como una ilusión eso, es medio ingenuo lo mío, pero qué lindo sería que fuera así.
Ernesto Tenembaum: Ahora Luis, te hago la misma pregunta que le hice recién al “Vasco” de Mendiguren. Vos, llevas una vida entera peleando contra planes que sonaban bastante parecidos a los que ayer dijo Massa. No una vida entera, pero tuviste tus encontronazos con Massa en el 2013 cuando él rompe y va como candidato en contra del Kirchnerismo. Pero olvidémonos de eso, porque eso es política, eso sí se perdona. Pero un plan que arranca diciendo aumento de tarifas; suba de tasas de interés; acuerdo con los sectores exportadores; congelamiento de la emisión y revisión de los planes sociales. Es un plan que suena bastante parecido a cosas con las que vos siempre confrontaste porque te parecía injusto. Pero, además de que te parece injusto, sino porque creías que no iba a funcionar. Entonces, ¿por qué ahora pensás que hay que apoyar un plan que en otro contexto te parecía injusto y que, además, te parecía inútil?
Luis D’Elía: Algunas cosas se dan en el imaginario colectivo. No estamos ante un modelo neoliberal, conservador, ortodoxo que signifique cercenamiento de derechos, achicamiento del Estado, alineamiento irrestricto con intereses oligárquicos imperiales. No estamos ante eso. Estamos en una situación muy parecida a lo que a sucedió en el primer tiempo de Néstor Kirchner, donde no se veía incompatible el equilibrio fiscal con la necesidad de atender urgencias sociales muy importantes. Se está haciendo un aporte a la racionalidad que veremos después, en la práctica, como esto se traduce. Si dentro de 3 meses tenemos ajuste del gasto social y eso lo pagan los pobres del país, si tenemos cercenamiento de derechos o desguace del Estado. Bueno, otras serán las respuestas. Pero me parece que estamos ante la posibilidad de construir una Argentina. A ver lo que decía el “Vasco” recién: vamos a exportar más de 90.000 millones de dólares este año. No es una Argentina quebrada. ¿Como hacemos para que nos transformemos en los grandes proveedores del mundo? Pero no como lo hicimos de manera medias zonza hasta ahora, sino metiendo valor agregado, generando industria, laburo, laburo de mayor calidad, mejorando el ingreso a los argentinos. Creo que vale la pena jugarse una ficha ahí.
Ernesto Tenembaum: Luis te mando un abrazo y gracias por atendernos. Seguiremos conversando como siempre.
Luis D’Elía: Un abrazo grande Ernesto. Que andes bien.
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