lunes, septiembre 27, 2021

EDITORIAL DE LUIS D’ELÍA: IMAGINEMOS UNA ENORME MARCHA FEDERAL

En medio del conflicto, las peleas, el desconcierto, los tironeos sería bueno que entre todos identificáramos cuál es el problema político más serio que tenemos. Recientemente la sociedad nos mandó un mensaje, el mensaje tiene que ver con problemas estructurales de la economía sobre la necesidad de un shock distributivo. Eso lo compartimos y no hay duda que es así. Hay que cambiar algunos parámetros de la economía. Pero también tenemos problemas que no son económicos que tienen que ver con la naturaleza misma de la conformación de nuestra fuerza, nos quedamos sin épica. Movernos al centro del escenario político, lo que nos transforma es la épica. La épica son las razones más profundas, con las cuales nace, se desarrolla, se extiende y se consolida una fuerza política. 

Entonces, lo que nosotros tendríamos que hacer, por estas horas, es poner arriba de la mesa claramente cuál es el principal problema político, económico que tenemos y es sin duda la deuda externa. La deuda tiene una historia en la Argentina, que tiene que ver con momentos durísimos, inclusive, los del 19 y 20 de diciembre de 2001, que hicieron que la sociedad explotara por los aires.

Este fin de semana estuve pensando mucho en eso y en la necesidad que tenemos de hacer acciones que nos pongan en alto contenido de épica, que pongan la deuda en el centro de la escena y que además nos permita cambiar el debate. No puede ser que el debate vuelva a ser una foto de un cumpleaños; no puede ser que el debate vuelva a ser el incidente de una profesora con un alumno. Digo, no hay debate político para nada porque evidentemente a los que tomaron más de 100.000 millones de dólares de deuda externa no les conviene que se debatan estas cosas. Para tener estos debates hay que ganar la calle, la calle. Lastima que a los renovadores les cuesta mucho, ¿no?

Imaginemos una nueva Marcha Federal, donde nos dividimos todas las organizaciones sindicales y todos los movimientos sociales en cuatro puntos: uno saliendo de Comodoro, otros de Bariloche, otros de La Rioja, otros de Jujuy, otros de Misiones. Una enorme Marcha Federal que conmueva a la sociedad y que nos permita unificar criterios contra el Fondo Monetario Internacional, los buitres y el presupuesto nacional, un presupuesto a la media del Fondo Monetario Internacional. Conmover a la sociedad con una enorme movilización social como hemos hecho tantas veces, lo que nos permitiría poner la deuda y poner la economía en el centro de la historia. Y de paso cañazo, levantar el dedo y señalar a quienes han sido los responsables de esta catástrofe sin precedentes, el macrismo ladrón y mafioso, con Macri, el Toto Caputo y personajes de esta naturaleza a la cabeza. 

Y esto nos permitiría desarrollar algo que tiró Alberto Fernández por estas horas que es el tema del “deudicidio” efectivamente hubo un “deudicidio”. Esto lo tomamos el movimiento sindical y el movimiento social, lo desarrollamos en toda la Argentina y lo ponemos en el centro de la escena. Eso le permite al equipo económico, a este o al que quieran poner, cada vez que se sienten con el Fondo Monetario Internacional, le decimos: miren tenemos a la Argentina incendiada. Esto no es nada nuevo lo que estoy diciendo, esto ya lo hizo Néstor Kirchner. Néstor que consiguió 67.000 millones de dólares de descuento de la deuda, que consiguió la quita más grande conseguida por país alguno en la faz de la tierra. Ahora, Néstor construyó un país que se movilizaba políticamente alrededor de este tema. 

Ojalá estas palabras sean comprendidas, esto es mucho más útil que pelearnos entre nosotros, mucho más sutil que esta cosa media hueca por la que a veces transitamos. Necesitamos reconstruir épica, si construiríamos nuestra épica, daríamos una enorme batalla por la deuda, llenaríamos de fuerza a los que van a negociar, consolidaríamos nuevos liderazgos y le daríamos aire a Alberto y a Cristina para que juntos retomen la iniciativa política. Sería un fenomenal escrache a los amarillos culpables de tanto dolor y tanta muerte. Me parece más útil hacer este tipo de propuestas y convocar a todos los que sean necesarios, con los dirigentes de todos los sectores, los dirigentes de todos los lugares. No es nada nuevo, es ni más ni menos que retomar las viejas estrategias, las más exitosas, utilizadas en tiempo y forma en nuestro país.   


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