Es increíble el cinismo de la prensa hegemónica, que cuando critica la inflación en tiempos de Alberto Fernández y sufre de amnesia. Quiero recordarles a todos que cuando Macri dejó la presidencia la inflación fue del 53% anual. De todos modos, es una pelea que hay que darle batalla. Tenemos en la Argentina 15 formadores de precio, tenemos que decirles, con toda la autoridad que nos da la democracia y el Estado argentino, que le vamos a caer con todo el aparato de control del Estado, todas las inspecciones provinciales y nacionales, que los vamos a clausurar, los vamos a perseguir porque la inflación no es producto de la magia, es producto de la ambición expropiadora de quienes son los dueños de la economía. Son 15 tipos, los mismos de siempre: Bunge & Born, Coto, puedo darles toda la lista, quizás mañana reconstruya la lista y se las de. Pero hay que caerles con todo, con todo el peso del aparato del Estado y después con un duro control del INDEC a la hora de medir, porque en definitiva la inflación es un método de expropiación del salario de los trabajadores/as. Ustedes saben que en los barrios registramos una situación a la hora de medir el consumo popular, a la hora de medir la actividad económica, estamos mejor en ese sentido.
Otro gran tema que me preocupa, por estas horas, es el tema de la unidad. Necesitamos, como el pan de cada día, la unidad del Frente de Todxs. Hubo todo un largo debate sobre cómo pararnos ante el FMI, nos paliamos casi a los gritos, con posiciones totalmente distintas, sigo diciendo que el default es anti obrero, anti revolucionario que es un instrumento brutal contra los trabajadores y el Pueblo, por más de que lo diga el Papa, yo no voy a estar a favor del default. Me parece enorme acto de irresponsabilidad. Ahora, más allá de las diferencias, necesitamos unidad. Si el Frente de Todos no está unido se abren las puertas del infierno, van a venir ellos, van a venir a imponer políticas neoliberales conservadoras que ya las conocemos de memoria y que le han hecho un enorme daño a nuestro Pueblo, una y otra vez. Por eso, es necesario que estemos unidos, que tengamos puentes, que bajemos el nivel de debate entre nosotros, que volvamos a mirarnos como hermanos, como compañeros/as. Estamos en un momento muy potente de la historia. Hay que abandonar el camino de la descalificación. Acá nadie es traidor, acá a nadie le quebraron la conciencia, ni mucho menos. Tenemos posiciones distintas.
Creo que esta semana, finalmente, será aprobado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en el Senado, sin demasiadas resistencias y, la verdad, creo que tenemos que recuperar rápidamente esos espacios de unidad. Ojalá podamos abandonar los hegemonismos internos. A ver, yo quiero a La Cámpora como parte del Gobierno, ahora no quiero que sea todo el Gobierno. Yo quiero a La Cámara como parte del Frente de Todxs, ahora no quiero que sea todo el Frente de Todxs. Me parece que en esto nos tenemos que escuchar, tenemos que tratar de entender la situación en la que estamos. Creo que nos tenemos que tratar con generosidad en este momento tan particular de la historia argentina.
Tenemos este enorme desafío. A ver, si hoy se rompiera el Frente de Todxs, sería una catástrofe enorme. Porque ahí si estaríamos abriendo las puertas del infierno al macrismo ladrón, mafioso, ese que nos ha hecho tanto daño desde el 24 de marzo del ‘76 a la fecha porque, en definitiva, son exactamente los mismos intereses.
Para que el plan de Guzmán sea un plan exitoso necesitamos no ajustar, no llevar adelante de forma que cercenen derechos, a tenemos que tener los mecanismos de cobranza de impuestos bien afilados, bien afinados: la AFIP, los puertos, la aduana. Necesitamos pulverizar la evasión fiscal, el lavado, la fuga de capitales, tenemos que dar batalla. Por eso, dependemos de una actitud firme del presidente de la República. Hagamos fuerza entre todos para que, finalmente, estos instrumentos puedan funcionar de manera absolutamente eficaz. Me parece que hay que terminar con las especulaciones, con las mentiras, decirnos claramente la verdad. Y me parece que van apareciendo comunicadores, que empezamos a tener un lenguaje común: Aníbal Fernández, Agustín Rossi, Leandro Santoro, Luis D’Elía. Me parece que estamos construyendo un espacio no político, de ninguna manera, sino un espacio de comunicaciones del imaginario colectivo de los argentinos, al que hay que seguir con muchísimo detenimiento.
¡Que tenga muy pero muy buen día! ¡Un abrazo grande y mucha fuerza!
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